Mind Control with Derren Brown [English & Spanish]

Mind Control with Derren Brown
by Jorge Luis Marzo:


Derren Brown, British illusionist, invited two advertising executives from Saatchi & Saatchi to participate in an experiment. The outcome is mindboggling: To what extent am I exercising free will when I make things up?

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mindcontrol


Espaà±ol
Recientemente, el psicà³logo educativo brità¡nico Stuart Nolan presentaba, en el marco de un simposio sobre ilusionismo y percepcià³n en el MediaLab de Madrid, un caso verdaderamente sorprendente que hizo a todos los presentes preguntarse sobre la libertad de los actos que creemos “objetivamente nuestros”. Un mago, Derren Brown, invità³ a dos publicistas de la conocida agencia Saatchi a una oficina para desarrollar un pequeà±o experimento. Les puso un taxi en la puerta de la oficina que los llevarà­a hasta el lugar de encuentro. Una vez allà­, el mago le propuso que realizaran un boceto de campaà±a publicitaria –sobre lo que quisierana partir de unos animales disecados presentes en la sala. Les dio una hora de tiempo, pero antes de dejarlos solos trabajando, puso encima de una mesa un sobre sellado en el que, afirmaba, se encontraba exactamente el mismo resultado al que llegarà­an los publicistas. Là³gicamente, los creativos se lo miraron, incrédulamente, con sorna, mientras el mago abandonaba la sala. Al cabo del tiempo pactado, Brown volvià³ a entrar. Los publicistas habà­an esbozado una campaà±a sobre una supuesta empresa de animales disecados. Al abrir el sobre cerrado sobre la mesa, y ante la estupefaccià³n de los publicistas, el contenido del mismo era exactamente igual a su propuesta: el mismo eslogan, la misma composicià³n, idéntica orientacià³n. ¿Cà³mo podà­a ser esto? Brown mostrà³ entonces a los creativos un video en el que se mostraba el recorrido del taxi que los habà­a llevado desde la oficina al lugar de encuentro. A lo largo de todo el trayecto, el mago habà­a colocado una serie de signos, imà¡genes y eslà³ganes, camufladamente emplazados en pirulà­s publicitarios, bolsas de la compra en manos de algunos peatones o carteles en kioscos, que reproducà­an las imà¡genes y frases que después serà­an “creados” por los publicistas. Obviamente, éstos los habà­an visto, pero no eran conscientes de ello. Consecuentemente, el mago les habà­a inducido a desarrollar una determinada imagen sin que los publicistas lo supieran. Ambos creativos _y los presentes en la sala de conferencias en donde se mostraba este evento_ se preguntaban, no exentos de cierta angustia: ¡Demonios! ¿Y cà³mo sé yo que las cosas que creo hacer libremente no son nada mà¡s que el resultado de la induccià³n de alguien? ¿me exige eso la necesidad de estar constantemente pendiente del entorno para asà­ evitar ser manipulado? ¿y cà³mo sé lo que es manipulacià³n, si no sé cual es la finalidad de la misma? ¿cà³mo detectarla?